Ignacio Procacitto debió abandonar en Toay, luego de no encontrar el funcionamiento deseado en todo el fin de semana
Ignacio Procacitto penó en Toay, La Pampa, y no pudo ver la meta en la segunda fecha de la Clase 2 de Turismo Nacional. Si bien en la final mejoró muchas posiciones, el auto falló y debió desertar. La estructura con base en Las Rosas trabajó intensamente pero no se pudo sumar puntos el domingo.
El rosense no pudo tener el fin de semana esperado, pero el funcionamiento en Toay fue claro a la hora de entender inconvenientes que están impidiendo funcionar bien. El trabajo del equipo fue notable para llevar a cabo cambios en el chasis, pero no hubo manera de acusar mejoras significativas. Una pérdida de aceite complicó los tres días de actividad.
Tras quedar trigésimo en clasificación, en la serie mejoró mucho para llegar 14º, y en la final aspirar a completar la exigencia y tratar de sumar puntos. Al largarse la competencia principal, ‘Nachi’ supo hacer una excelente partida y ganó una decena de posiciones en pocas vueltas, pero lamentablemente el motor perdió aceite y el impulsor lo obligó a quedarse a pie.
“Estuvimos complicados todo el fin de semana con una pérdida en el recuperador de aceite y eso nos hizo perder la puesta a punto del auto. En algunos momentos íbamos de trompa, en otros de cola. Creemos que el chasis lo perdimos por eso, pero tampoco somos rápidos a la hora de clasificar y tenemos que seguir trabajando y ver qué pasos seguir junto a Damián Corba para acortar la distancia con la punta”, comentó Procacitto tras la final.
Y agregó: “Nos ilusionamos en las primeras tres vueltas de la final, porque fue cuando anduvo mejor en todo el fin de semana, ganamos muchos puestos. No me sentía tan a gusto pero andaba lógico. Luego empecé a ir de cola otra vez y efectivamente era por el aceite, e incluso me hizo hacer un trompo, no podía frenar, doblar y se paraba el motor. Por eso debí abandonar”.
Finalmente, expresó: “Se hace un inmenso trabajo en Las Rosas con Luis Hernández y Marcelo Aquino, que dejan parte de su trabajo para ayudar en el taller y se dedican mucho, son amigos de la familia. También los chicos Luis el chofer, Albano, Lucas, a Cintia que hace bastante al igual que mi viejo que no para de esforzarse para que no falte nada”.
La próxima fecha será el fin de semana del 21 de abril en Albardón, San Juan, visitando por primera vez El Villicum.